Por Milagros Orcoyen
Muchas personas coincidimos en que Jane Goodall es la clara representación de que la pasión, la confianza y el amor todo lo pueden. Su camino recorrido, y camino por recorrer, inspiran y motivan. Su último libro, “El libro de la esperanza”, es una lectura obligada para todas aquellas personas que alguna vez sintieron, o desean sentir, la fuerza del espíritu y las palabras de Jane.
En la tapa del libro se afirma, de forma totalmente acertada, que este es “una guía de supervivencia para tiempos difíciles”. Estamos inmersos en una época llena de incertidumbre e injusticias. Guerras, incendios, temperaturas extremas, altos niveles de pobreza, maltrato animal, … Es común sentir que nos encontramos en una “calle sin salida” y que nuestro futuro indudablemente será oscuro.
Jane y su coautor Douglas Abrams, a través de sus charlas y análisis, siembran una semilla de esperanza y fe, demostrando que sí puede haber un mañana más optimista. Todavía estamos a tiempo. Simplemente hace falta actuar, correr la voz y hacer que de estas semillas de esperanza y fe crezcan árboles.
A lo largo de los capítulos del libro, Jane y Douglas ahondan en el concepto de esperanza y la importancia de la misma bajo el contexto actual. Además, Jane comparte algunos de sus pensamientos más profundos y revela cómo logra mantener su fuerza y motivación a pesar de la crisis que estamos enfrentando.
“El libro de la esperanza” está repleto de enseñanzas. Una de mis frases favoritas que me dejó pensando por horas es “… sin la cabeza y el corazón trabajando juntos, sin astucia y compasión, el futuro se ve muy negro. Sin embargo, la esperanza es esencial, porque sin ella nos volvemos apáticos y seguiremos destruyendo el futuro de nuestros hijos”. Te invito a leer el libro, marcar tus frases favoritas y ponerte en acción. Trabajemos en equipo y construyamos un futuro mejor.
