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El desafío de la conservación

Martín Kowalewski es primatólogo, activista y divulgador científico. Sus principales líneas de investigación son comprender el rol de los primates en las dinámicas de enfermedades infecciosas y entender las relaciones afiliativas y de amistad entre ellos. Convencido de que los esfuerzos colectivos son necesarios para enfrentar las problemáticas que amenazan la biodiversidad en nuestra región, trabaja junto a otros colegas en la elaboración de un mapa de distribución de primates en Argentina y en la implementación de soluciones para proteger su hábitat.

Como investigador del CONICET y uno de los fundadores de la Sociedad Latinoamericana de Primatología, Martín asegura que la colaboración entre organizaciones de la sociedad civil y las agencias gubernamentales de todo el continente es fundamental para avanzar en el camino de la conservación.

Las soluciones están ahí”, dice este científico argentino que, entre otras cosas, se embarcó en la coordinación del Plan de Acción Nacional para Conservación de Primates. La correcta difusión y sensibilización de la población tampoco le son ajenas; componentes clave para que las  acciones colectivas lleguen a buen puerto.

 

Dando una charla de divulgación en la ciudad de Corrientes.

1- ¿Cuáles son los desafíos para la primatología, en Argentina en particular y en Latinoamérica en general?

Uno de los desafíos más grandes que tenemos los primatólogos es proteger las especies de primates y los bosques donde habitan. Y no es poco. Es casi un hecho que los primatólogos deben convertirse en activistas de la conservación, en divulgadores de los problemas que afrontamos en término de pérdida de biodiversidad y en ciudadanos políticos pensando soluciones. Esto significa, ofrecer ideas a los tomadores de decisiones para que puedan implementarse a nivel local y regional. Trabajos recientemente publicados indican que casi el 75% de las poblaciones de primates están en estado de declinación, o sea están desapareciendo de a poco. Y se asocia esta situación a problemas comunes en todo el mundo tales como el avance de frontera agrícola-ganadera, la minería, la deforestación, el comercio legal e ilegal de animales, el uso de animales salvajes para alimentación, el aumento incesante de la interfase doméstico/humana con animales silvestres y la creciente distribución desigual de recursos.

Lo más paradójico de todo esto, es que las soluciones están ahí. Todavía podemos revertir estas tendencias. Aunque parece complejo se necesitan cambios de patrones de consumo y decisiones políticas nacionales y globales que lleven a alivianar estos embates que sufre la biodiversidad. Si bien, está claro que todo comienza con un cambio individual, necesitamos decisiones colectivas y políticas para generar cambios de rumbo urgentes. En particular, en Argentina hay 5 especies de primates, y a pesar de tener buenas investigaciones históricas y en curso de algunas especies, de otras como por ejemplo Sapajus cay sabemos poco y nada. Todavía queda mucho por hacer, y lo mas alarmante es que si no nos apuramos vamos a perder datos importantísimos como son los estudios de primates no humanos en ambientes prístinos.

 

Tomando muestras en el campo.

2-¿Cómo es/fue la intervención del equipo en la problemática de la fiebre amarilla? ¿Hay acciones mancomunadas con Brasil al respecto?

La última ola de fiebre amarilla en Argentina fue la del 2007 y 2008. Esta dejó al borde del colapso a los monos aulladores marrones (Alouatta guariba clamitans) en Argentina y a los monos aulladores negros y dorados (Alouatta caraya) en la provincia de Misiones. La última ola que pasó este año por el sur de Brasil y afectó a varias especies de primates en nuestro hermano país no pasó, por suerte, por nuestras provincias del noreste. Por sus características y susceptibilidad al virus de fiebre amarilla, los monos aulladores se han transformado en centinelas de la salud pública.

Desde mi grupo de investigación participamos activamente del Taller de prevención, control y vigilancia de fiebre amarilla, que se realizó en la ciudad de Posadas este año, en la provincia de Misiones para compartir los resultados de acciones en Argentina y Brasil en el marco del primer taller de fiebre amarilla con abordaje integral en América Latina, organizado por el Ministerio de Salud de la Nación en articulación con la Dirección Nacional de Biodiversidad del Ministerio de Ambiente de la Nación, el Ministerio de Salud de la Provincia de Misiones y la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS). Esto fue un buen ejemplo de integración y contó con la participación de representantes de los ministerios de salud de las provincias de Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa y Jujuy, así como del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas “Dr. Julio I. Maiztegui”, Instituto Nacional de Medicina Tropical, Instituto de Biología Subtropical, Estación Biológica de Corrientes (CONICET) y especialistas del Ministerio de Salud de Brasil y la Organización Panamericana de la Salud.

Los expertos de Brasil compartieron su experiencia en base al brote que ocurrió en distintos estados de su territorio: destacaron la importancia de la vigilancia de epizootias de monos aulladores por fiebre amarilla y la necesidad de la vigilancia e investigación entomológica. A partir de este intercambio de experiencias y las conclusiones de este taller, desde la Coordinación de Zoonosis del Ministerio de Salud de la Nación y la Dirección de Fauna Silvestre y Conservación de la Biodiversidad se comenzó a trabajar en la elaboración de un protocolo de vigilancia de epizootias a modo de lineamientos generales, el cual será enviado a los referentes provinciales para su discusión. Este trabajo se hace con colaboración de organismos provinciales y, nosotros, los primatólogos de campo.

 

Tomando muestras.

Por otro lado, estamos trabajando junto al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable (MAYDS) en un mapa actualizado de la distribución de primates no humanos de la Argentina y en particular para las provincias de Corrientes y Misiones, que incluya la identificación de grupos de monos aulladores y de poblaciones humanas más cercanas. Esta información será  fundamental para activar la vigilancia activa de las poblaciones de monos aulladores, informar a los pobladores cercanos sobre la importancia de su conservación y explicar que los monos no sólo no transmiten el virus de la fiebre amarilla, sino que son centinelas epidemiológicos, y como tales, de importancia fundamental para prevenir infecciones en las personas por medio de la activación de la vacunación temprana.

Asimismo, esta información permitirá confeccionar un mapa de riesgo actualizado, incluyendo además otras variables como presencia de mosquitos de los géneros Sabethes y Haemagogus, presencia de poblaciones de monos aulladores y de otros primates no humanos, antecedentes de epizootias y casos humanos. Este mapa permitirá actualizar las recomendaciones de vacunación. Recientemente la provincia de Corrientes, nos convocó a un trabajo de articulación donde personal del gobierno provincial e investigadores estamos poniendo a prueba protocolos de vigilancia pasiva y activa. Este es otro ejemplo de esfuerzos colectivos y multisectoriales para enfrentar problemas de salud pública y conservación de biodiversidad.

3- ¿Cómo es la colaboración con organizaciones de la sociedad civil y agencias gubernamentales, en particular para cumplir con la agenda 2030?

En este momento, estamos trabajando para mejorar la articulación entre la gestión de la fauna y la generación de información en pos de la conservación de los primates silvestres. Todavía falta mucho camino por recorrer, pero ya realizamos varios trabajos en conjunto. Por ejemplo, algunas de las cosas en las cuales estamos trabajando son:

  1. Propuesta de protocolo de acción frente a ejemplares de primates decomisados provenientes del tráfico ilegal.
  2. Monitoreo de las poblaciones de monos aulladores en zonas donde ocurrieron previamente brotes de fiebre amarilla.
  3. Elaboración de folletos y pósters de difusión y concientización sobre el tráfico de monos en la Argentina y otras amenazas.
  4. Proceso de recategorización del estado de conservación de los primates de la Argentina.

También, hemos organizado una Asociación de Primatología Argentina (APRIMA) que, entre sus muchas tareas, ha ofrecido orientación a aquellos organismos provinciales que no saben muy bien qué hacer con los primates decomisados del comercio ilegal. Otro buen ejemplo de esta colaboración es que junto al MAYDS, APRIMA está organizando un taller multisectorial participativo para elaborar el Plan de Acción Nacional para Conservación de Primates en Argentina, que tengo el honor de estar coordinando junto a gente del MAYDS y Brasil, en la ciudad de Corrientes. Por otro lado, a nivel Latinoamérica, fundamos la Sociedad Latinoamericana de Primatología (SLAPRIM) y más allá de reuniones científicas y la elaboración de literatura estamos apoyando la generación de sociedades primatológicas nacionales en países donde todavía estaban ausentes (por ej. Ecuador, Bolivia y Argentina). Hay una fuerte conexión entre la existencia de estas sociedades y asociaciones con un aumento en la conservación y protección de los primates. Por otro lado, es imperativo que las ONGs que se dedican a la conservación de primates aúnen esfuerzos con asociaciones profesionales como APRIMA y SLAPRIM para, entre todos, proteger y mantener la biodiversidad. Así los primates no humanos podrán sobrevivir, y nosotros haber hecho una cosa bien.

 

Trabajando en la isla junto a parte de su equipo. En este caso con su mano derecha, Ángel Ramón Martínez (Tecn. Conicet)
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