Skip links

Día mundial del Rinoceronte

Cada 22 de septiembre nos unimos a las celebraciones del DÍA MUNDIAL DEL RINOCERONTE, en honor a un mamífero que pertenece a una familia con historia.

La familia Rhinocerotidae, que cuenta con unos 34 millones de años sobre la faz de la Tierra, está marcada por la resistencia: mientras que algunos de sus miembros sufrieron oleadas de extinciones, varios linajes independientes sobrevivieron. La glaciación más reciente dejó en pie a dos especies de esta gran familia; ellas habitaron Europa hasta hace 10 mil años, aparecieron también en China y sus individuos se hicieron numerosos en Eurasia hasta que cayeron en manos de los seres humanos de la época y sucumbieron.  

Durante los millones de años de existencia los Rhinocerotidae vieron pasar entre sus filas a especies pequeñas y enormes; algunas parecidas al cerdo, otras que corrían como caballos y medían dos metros de altura, una de piernas muy cortas y aquella con cuernos situados a ambos lados de la cabeza.

Si bien sus variedades se fueron extinguiendo poco a poco, las cinco especies de rinocerontes que sobreviven al siglo XXI –las asiáticas: Sumatra, Java e Indio y las africanas: Negro y Blanco- tienen sus raíces, de una forma u otra, en la gran familia ancestral que los emparenta a todos.  

A pesar de contar con una resistencia admirable, las cinco especies antes mencionadas pertenecen a la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y tres de ellas están en Peligro Crítico. Pero no todo está perdido, porque detrás de las cifras y alarmas hay exitosos programas de conservación, tanto en África como en Asia, que se esfuerzan por mantener a estos arcaicos animales entre nosotros.

El camino de la esperanza

rinocerontes

En los años 70 y 80 la caza furtiva a gran escala disminuyó las poblaciones de Rinoceronte Negro (Diceros bicornis), que pasaron de 70.000 individuos a solo 2.410 en 1995. Gracias a los esfuerzos persistentes de los programas de conservación en toda África, el número aumentó en los últimos veinte años y llegó a los 5.458 individuos actuales. Es importante destacar que el rango geográfico de los rinocerontes negros también se incrementó debido a programas de reintroducción igualmente exitosos, como explican en el sitio de la organización Save the Rhino.

El Rinoceronte Indio (Rhinoceros unicornis), por su parte, ha tenido un sorprendente regreso gracias a los esfuerzos de organizaciones en India y Nepal; para 1900 quedaban menos de 200 individuos y ahora son más de 3.550. Aunque la caza furtiva sigue siendo una gran amenaza, el Parque Nacional Kaziranga es un área clave para albergar a esta creciente población.

Del Rinoceronte Blanco hay dos subespecies: la septentrional (Ceratotherium simum cottoni) y la meridional (Ceratotherium simum simum). Mientras que la primera cuenta con menos ejemplares que los dedos de una mano, el rinoceronte blanco del sur de África tuvo su golpe de suerte propiciado por los esfuerzos conjuntos en los países de la región. Este rinoceronte se recuperó de la casi extinción con cantidades tan bajas como 50-100 individuos en la naturaleza a principios del siglo XX, hasta llegar a los 21 mil del 2019, como también menciona Save The Rhino.

Las situaciones más alarmantes son las que presentan los rinocerontes de Sumatra y de Java. Sus bajísimos números hacen desvelar a conservacionistas y amantes de la naturaleza, y esta preocupación de a poco marca el camino hacia su recuperación.

Del Rinoceronte de Sumatra (Dicerorhinus sumatrensis), que tiene 15 millones de años de antigüedad, sólo quedan unos 80 individuos en estado salvaje. Mientras su mayor amenaza fue siempre la caza furtiva, debido a las creencias infundadas en las propiedades de sus cuernos de queratina, hoy estos ejemplares enfrentan un nuevo desafío: sobrevivir a la pérdida del hábitat, incluida la destrucción de los bosques para el cultivo de la palma aceitera.

Por otra parte, pero también en el océano Índico, sólo existen 67 rinocerontes de Java (Rhinoceros sondaicus), y están ubicados en el Parque Nacional Ujung Kulon, en Indonesia. Pese a la dramática situación que enfrentan, en los últimos años su pequeña población aumentó a raíz de la expansión del hábitat disponible para ellos en el vecino Parque Nacional Gunung Honje.

El principal cometido del Día Mundial del Rinoceronte es el de conocer estas alertas, navegar por el pasado y comprender la importancia de cada una de las especies que habitan nuestro planeta. Buscar soluciones conjuntas es la clave para que nuestros hijos y nietos también puedan ver de cerca a las especies milenarias que atravesaron siglos y siglos de historia hasta llegar invictos al 2019.

This website uses cookies to improve your web experience.